La Gran Guerra,
vista a ras de suelo y condensada en unas pocas páginas, apenas un centenar, para ofrecer un retrato magistral e íntimo de la atrocidad bélica. El francés
Jean Echenoz se tropezó un buen día con el
diario de un combatiente y, acto seguido, decidió aproximarse a ese «drama de hace un siglo» con un lenguaje contemporáneo. Tal como ya hizo con las biografías mínimas de Maurice Ravel, Émil Zapotek y Nikola Tesla, Echenoz
borda un relato de intimidades y barbaries mientras avanza junto a cuatro jóvenes franceses a través de la primera guerra tecnológica del siglo XX. «No quería hacer una ópera:
quería explicar el horror, el aburrimiento… No es para nada un relato épico; de otra manera, me habría sido imposible escribirlo», explicaba el propio Echenoz durante una reciente visita a Barcelona.
No hay comentarios:
Publicar un comentario